¿Qué es ACT y quién puede beneficiarse?
La terapia de aceptación y compromiso (ACT) es un enfoque para comprender el funcionamiento humano y la intervención psicológica. Presentado por Steven C. Hayes, en 1982, propone un modelo trans de diagnóstico para el tratamiento del sufrimiento emocional. Es decir, el enfoque busca la identificación y el tratamiento de los patrones de síntomas que están presentes en diferentes trastornos psiquiátricos, en lugar de tratar cada trastorno de forma aislada. Por lo tanto, permite que un tratamiento se centre en las necesidades individuales de aquellos que buscan terapia.
El enfoque se basa en principios básicos conductuales y evolutivos. Su base filosófica es el contextualismo funcional, que busca comprender cómo funciona el comportamiento en el contexto en el que se inserta. Los comportamientos incluyen el comportamiento motor visible, como hablar o caminar, así como comportamientos internos, sentimientos y pensamientos. Para el contextualismo funcional, todo el comportamiento se adapta a un contexto específico que abarca factores intrapersonales, interpersonales, de aprendizaje y situacionales.
Varios enfoques terapéuticos tienen como objetivo reducir los síntomas y muchas personas que acuden a la terapia tienen el mismo objetivo. Los pacientes usan estrategias en sus vidas para resolver o minimizar pensamientos, emociones u otros eventos internos. A medida que las personas usan estrategias de control para suprimir o prevenir eventos privados, la vida se vuelve más restringida, distanciándose de vivir significativamente.
Act reconoce que el sufrimiento humano es una parte natural de la vida y que tratar de evitar o suprimir el sufrimiento a menudo solo aumenta su frecuencia o intensidad. En lugar de buscar la eliminación completa del dolor psíquico, alienta a los pacientes a cultivar una relación más saludable con el sufrimiento, aprender a vivir con él de una manera más adaptativa.
La terapia tiene como objetivo principal el desarrollo de la flexibilidad psicológica a partir de la aplicación de procesos de aceptación y procesos de cambio de comportamiento. La aceptación implica permitir que estén presentes pensamientos, emociones y sensaciones desagradables sin tratar de modificarlos o controlarlos. Y con la identificación de valores personales, es posible desarrollar compromisos con acciones alineadas con estos valores, incluso en tiempos de dificultad.
Para ACT, los procesos de enfermedad pueden estar asociados con ambos trastornos, con diagnósticos tradicionales de psicopatología, así como estar asociados con procesos de sufrimiento social y conductual. El modelo de enfermedad psíquica se explica a través de la inflexibilidad psicológica, entendido por seis procesos: evitación experimental, fusión cognitiva, atención inflexible, apego a un conceptualizado, falta de contacto con valores e inactividad, impulsividad y evitación persistente.
El tratamiento propuesto por ACT ha demostrado ser efectivo para diferentes trastornos y demandas clínicas con adultos, como: dolor crónico, depresión, adaptación al parto, aprendizaje y rendimiento profesional, calidad de vida, sufrimiento en pacientes con cáncer, estigma de obesidad y estigma y estigma y estigma Pérdida de peso, estrés postraumático, agotamiento, preocupaciones, ansiedad y psicosis. Y con niños y adolescentes por dolor crónico, problemas de peso, ansiedad y depresión.
ACT reconoce que los pensamientos y las emociones juegan un papel importante en la vida de las personas, pero enfatiza que no necesitan ser controlados o seguidos ciegamente. Los terapeutas usan una variedad de técnicas y ejercicios, incluidas metáforas, ejercicios de imaginación y prácticas de atención completa, para ayudar a los pacientes a desarrollar habilidades de aceptación y compromiso.
La terapia de aceptación y compromiso ha mostrado una mejora significativa en la resiliencia psicológica, la satisfacción con la vida y las relaciones sociales y laborales.
Este texto es escrito por el miembro del equipo de Cefi Contextus - Ana Paula Domenghini