¡EL DÍA DEL NIÑO ES CADA DÍA!
La infancia es una de las etapas de desarrollo más ricas de la vida humana. Ser un niño es ser curioso y estar encantado con lo nuevo todos los días. Es ser espontáneo y traer preguntas y nuevas formas de ver las cosas simples de la vida. Las formas de juego han cambiado con los años, pero el juego sigue siendo una de las principales actividades de cualquier niño. Es a través del juego que aprenderá a socializar, tolerará las frustraciones, compartirá sus ideas, entrará en el mundo de la imaginación y lidiará con sus sentimientos.
Los niños son sabios ... nos enseñan todos los días a mirar la vida de una manera menos crítica y más generosa. Acompáñalos en su mundo infantil, abriéndote a las muchas experiencias que atraviesan y brindando a los que están a su alrededor ¿Y qué necesita un niño? De amor, respeto por sus necesidades y relaciones que le permiten ver el mundo de una manera positiva, llena de desafíos y posibilidades. Un niño aprende a amar siendo amado y aprenderá a ponerse en el lugar de los demás al tener relaciones empáticas con él, lo que demuestra la aceptación de sus vulnerabilidades y la apreciación de sus potenciales. La importancia de desarrollar un afecto saludable con los padres o cuidadores y ser validado en sus sentimientos hará que este niño sea un adulto más seguro y seguro.
Para los padres, permítete ver el mundo como un niño. El mejor regalo que puede darle a un niño es la presencia amorosa de padres que no siempre son superhéroes, pero que son personas que aprenden a ser mejores padres y madres cada día y con cada nueva experiencia. Cuida a tus hijos con cariño, fomenta su autonomía y aprendizaje. Tienen sueños propios que deben ser respetados. No tienen que ser copias de usted o de lo que usted cree que deberían ser. Cada niño es único y ahí radica su gran valor y aprendizaje. Cuídate de ser personas en constante evolución y crecimiento y no olvides que tus hijos siguen tus pasos y su ejemplo.
El día del niño es todos los días, pero merece ser celebrado para recordar que un día todos nosotros éramos niños y la importancia de cuidar a nuestros pequeños para tener un futuro con relaciones más empáticas y humanizadas.
Texto: Maria Isabel Wendling - Psicóloga, Maestría en Psicología Clínica (PUCRS), Terapeuta Individual, Pareja y Familia (CEFI), Profesora Colaboradora de Cefi y Profesora del Curso de Psicología en PUCRS.