18 de mayo: Día Nacional para combatir el abuso y la explotación sexual de niños y adolescentes
La pandemia de Covid-19 y todas sus repercusiones familiares, sociales y económicas se hicieron el 18 de mayo aún más importantes para ser recordados. Para aquellos que no saben, ese mismo día en el año 1973, la niña Araceli Cabrera Sánchez Crespo no regresaría a la casa después de su tiempo de escuela, en el estado de Espírito Santo. Seis días después, se encontraría su cuerpo, revelando un brutal crimen de violencia sexual. Tus atacantes nunca han sido responsables. En el año 2000, la Ley 9970 estableció esta fecha como el Día Nacional para combatir el abuso y la explotación sexual de niños y adolescentes, señalando la importancia de enfrentar esta situación, en varias esferas.
Brasil tiene un número significativo de víctimas de niños y adolescentes de todas las formas de violencia. Las quejas recibidas indican solo una parte de un total, que siempre será desconocido, porque muchas víctimas de violencia sexual nunca revelan y nunca han notificado y denunciado su situación. Ambos abusos, que pueden suceder dentro de las familias, y la situación de explotación sexual, que implica un problema comercial de intercambio material o financiero, implica daños en el desarrollo de niños y adolescentes y, en consecuencia, para la sociedad de una manera general. >
Si bien vivimos la pandemia, las estrategias indicadas por las autoridades de la salud necesariamente implican reducir la atención a la población en diferentes servicios, incluida la reducción del acceso a los profesionales para enfrentar el contacto con los niños. Si bien este período solo era aburrido para algunas familias, era un riesgo grave para aquellos que ya tenían en sus conflictos de vida diaria y relaciones violentas. Se han amplificado factores de riesgo como el estrés, el consumo de alcohol y las dificultades socioeconómicas, y lo que nos damos cuenta hoy en los servicios es la llegada de casos cronificados y agravados, especialmente que involucran a las poblaciones más vulnerables, como las mujeres y los niños.
Siempre debemos observar a aquellos que son más dependientes y que pueden necesitar acciones de protección. Entre ellos, la denuncia a través de medios oficiales, como Dial 100 (DIARS DE DERECHOS HUMANOS), puede marcar una diferencia en la vida de esa víctima, interrumpiendo la violencia y asegurando su dignidad y supervivencia. Hagamos nuestra parte, recordando que no es necesario estar seguro de la situación, simplemente sospechosa, y que todos somos responsables de los niños y adolescentes, que deben ser la prioridad de nuestras acciones de cuidado.
Sugerencia de lectura: canal Proteja (2022). Protección de niños y adolescentes: un folleto para adultos. 3ª ed. Passo Fondo: Proteger Channel. Disponible en www.canalproteja.com.br
Escrito por el Dr. Catula Pelisoli, Psicólogo, PhD en Psicología y Productor de Canal de Proteja (@CanalProteja).