Colegio Cefi

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El día que me reuní conmigo mismo ...

Cuando me detuve a conocer a este "yo" a principios de los años veinte, parece que se abrió un portal. Como si el momento sea un pequeño pliegue y yo pudiéramos investigar al joven recién graduado en periodismo, sin saber que algún día se convertiría en psicólogo.

2005 fue un hito. Nueve meses en Londres, solo, lleno de miedo y coraje, me enseñaron qué es la autonomía. Viví cosas que dieron forma a mi forma de estar en el mundo.

Esa versión mía, si pudiera verme ahora, tal vez dije:

"¡Qué alivio ver que has ganado tantas cosas!"

y yo, con una especie de apretado, respondería:

"Ah, Vivinha ... si te digo que no fue fácil ..."

Probablemente miraría hacia otro lado y diría suavemente:

"Me imagino ... soy muy inseguro. La timidez aún se interpone en el camino".

y sonreiría con amor:

"Sí ... lo sé. Fue un trabajo de hormiga. Una construcción lenta y diaria, hecha de pequeñas elecciones. Pero también estaba lleno de coraje. Ese coraje que nace incluso cuando todavía nos sentimos asustados".

"Tenía curiosidad ... Sé que el periodismo ya nos ha ayudado mucho ..."

"Fue solo el comienzo. Muchas cosas contribuyeron, pero la especialización en las terapias de comportamiento contextuales fue una cuenca. Aprendí que los pensamientos ... son solo pensamientos. Y que no tenemos que creer todo lo que pensamos. Parece obvio, pero no lo es".

"Mira lo diferente que eres ..."

"Sí ... mucho. Pero esta diferencia provino de la aceptación, no la perfección. Llegó desde el día en que dejé de esperar para sentirme listo para actuar. Y comencé a actuar con lo que tenía".

"Pero ... no sé mucho que pensar. Siempre pienso que otros son mejores que yo".

“Lo sé. Durante mucho tiempo también lo encontré. Pero hoy miro estos pensamientos como nubes en el cielo. Vienen y vienen. Lo que me guía ahora son mis valores. Y cuando me pierdo, y a veces todavía me pierdo, vuelvo a esa pregunta: ¿Qué me importa realmente?"

Ella está en silencio por un momento. Entonces dice:

"Estoy sintiendo algo extraño ... una calidez en el cofre, un deseo de llorar".

Y sonrío, emocionado.

"Tal vez es solo el presente. Cuando realmente nos encontramos, con aceptación, el corazón reconoce. Y se abre".

En sus ojos, veo esperanza.

En la mía, gratitud.