La mujer y la dependencia química
En la semana de homenaje al Día de la Mujer, el Equipo de Integración de CEFI no pudo dejar de abordar un tema tan importante que es la dependencia química femenina.
La diferencia entre la dependencia química femenina y masculina: su motivaciones, comportamientos, respuestas fisiológicas, impacto social, búsqueda de tratamiento y formas de tratamiento.
En la dependencia química masculina, generalmente es la mujer la que lleva al niño, al esposo, al padre, al hermano para recibir tratamiento. Sin embargo, a las mujeres les resulta más difícil contar con este apoyo de su pareja, y con frecuencia buscan el apoyo de padres o hijos.
Pensar en las mujeres como drogadictas sigue siendo un tabú. Muchas mujeres tardan años en buscar tratamiento, ya sea por prejuicios, miedo, vergüenza, impotencia, sensación de fracaso o soledad.
A pesar de los importantes logros sociales de las mujeres en las últimas décadas, la sobrecarga de responsabilidades y las presiones sociales han contribuido a que la salud mental de la población femenina sea vulnerable. El papel de profesional, madre, a menudo el único proveedor de la familia, devaluación o falta de trabajo, violencia doméstica, una enfermedad mental preexistente, pérdidas: hay varios factores que pueden hacer que las mujeres sean susceptibles a desarrollar dependencia química.
En vista de los múltiples roles de las mujeres en la sociedad, cuando se vuelve dependiente de sustancias químicas, todas estas esferas se ven afectadas y su capacidad para manejar todas las áreas de la vida se ve comprometida.
Reconocer la dependencia química es el primer paso en la búsqueda de rehabilitación. Ese día, no dejemos de creer en la fuerza de las mujeres para enfrentar este desafío. ¡Feliz día de la mujer!